Mille-feuille

Mañana es el cumpleaños de mi querido marido y he decidido prepararle otro clásico francés. Mille-feuille. Si, el delicioso milhojas que sé que le encanta y lo disfrutará. Además es una sorpresa (bueno, hasta que lea este post o hasta que abra la nevera y lo vea 🙂 ).  El origen de este pastelito es desconocido pero en muchos países (como en Rusia o Polonia, Iran o Canadá) se denomina también «Napoleon».  Se dice que es por su parecido con la palabra «napolitain» – el adjetivo francés para la repostería napolitana (Italia). Al parecer nada tiene que ver con el gran imperador francés aunque sería interesante que hubiera alguna historia que haría el pastel aún más magestuoso 🙂

Ingredientes (para 6 personas).

• 2 láminas de la masa hojaldre (podéis comprarla hecha o hacerla vosotros, aqui tenéis la receta: https://lacocinadeuliana.wordpress.com/2011/07/24/pate-feuilletee-hojaldre/ )
• 400 g de crema pastelera (podéis ver la receta aqui: https://lacocinadeuliana.wordpress.com/2011/07/22/tarta-de-manzana/ )
• azúcar, azúcar glass, cacao en polvo y zumo de limón.

Si el hojaldre es preparado, desenvolved cada lámina sobre su papel vegetal encima de la bandeja del horno. Espolvoreadla por encima con un poco de azúcar, luego tapadla con otra hoja de papel vegetal y poned peso encima. Eso servirá para que la masa no suba y salga crujiente que es como debe ser para este pastel. Como peso normalmente utilizo fuentes de pirex para el horno. No tengais miedo de poner mucho peso encima, ya que de lo contrario la masa subirá. Yo he puesto tres fuentes de pirex.

Si el hojaldre lo preparais vosotros, estirad dos láminas de 20 x 30 cm aproximadamente (de un espesor entre 3-4 mm) y en lo demás proceded de la misma manera que con el hojaldre preparado.

Pasados unos 10-12 minutos en el horno (a 200ºC), veréis que la masa se ha vuelto de color tostado. Retirad las fuentes y el papel vegetal de encima y dejadla unos minutos más en el horno para que el azúcar que hemos puesto se dore. La lámina saldrá plana y muy tostada. Si se ha quemado un poco, limpiad con cuidado las partes quemadas.

A continuación cortamos los extremos a la lámina con cuidado (para no romperla) y la cortamos también por la mitad. De 2 láminas de hojaldre que tenemos nos saldrán 4 capas de pastel. Procurad dejarlos todos iguales, ya que es importante para el aspecto final del pastel.

Mientras horneamos el hojaldre, preparamos la crema pastelera según la receta que indico arriba en «ingredientes». Cuando la crema ya está fría, la sacamos de la nevera y la introducimos en una manga pastelera con la boquilla redonda. También se puede untar la crema directamente sobre las láminas, pero si quereis sorprender y que salga más bonito os recomiendo que lo hagais con la manga.

Procedemos con el montaje del pastel. Sobre una de las capas exprimimos la crema con cuidado de la siguiente manera:Ponemos la segunda capa encima con cuidado, volvemos a exprimir la crema, repetimos la misma operación con la tercera capa y luego lo tapamos todo con la última capa del hojaldre.

A continuación preparamos el glaseado. En dos cuencos ponemos un par de cucharas de azúcar glass y añadimos el zumo de limón hasta formar una masa lisa y de un espesor medio (no debe ser demasiado líquida, ya que se correrá y nos estropeará el aspecto del pastel). En uno de los cuencos añadimos una cucharilla de cacao en polvo.

Untamos con el glaseado blanco la parte de arriba del pastel con cuidado. Luego ponemos el glaseado de cacao en una pequeña manga pastelera de plástico (o una bolsita de plástico), cortamos la punta muy pequeñita y con mucho cuidado y con buen pulso hacemos rayas sobre el glaseado blanco. Ahora viene lo divertido. Cogemos un palillo de madera y empezamos a trazar lineas rectas en ambos sentidos para formar un dibujo como este:

Aqui lo veréis mejor:

Esta forma de decorar requiere un poco de práctica pero en realidad solo hace falta tener un pulso firme, así que nada de alcohol antes de hacer este pastel! :))))))))

Una vez habéis terminado la decoración, vuestro Mille-feuille está listo. Dejadlo en la nevera un par de horas antes de servir.

Podéis añadir en el relleno fresitas del bosque o frambuesas, queda muy rico. O hacer las variaciones que querais. Esta es la receta clásica pero se puede experimentar :). También se puede preparar en porciones individuales. Es más trabajo, pero queda muy chulo y más cómodo para comer y más bonito (al cortar el pastel grande, los trozos no quedan iguales, la masa de rompe).

Decoradlo con una hojita de menta o unas fresas cortadas en abanico. Espero que lo disfrutéis. Mi marido y yo lo haremos mañana 🙂

Bon appétit!