Tarta alemana con cobertura de almendra y caramelo

Ayer tuvimos invitados a la hora del té, y preparé una receta nueva. Una deliciosa tarta alemana con cobertura de almendra y caramelo. Suena bien, ¿a que sí? 🙂 Encontré la receta en una revista de cotilleos y me llamó la atención porque uno de los ingredientes es nata montada, cosa poco habitual. Pues os digo que está buenísima!!! Una de las sorpresas es que la cobertura de caramelo y almendra se pone a media cocción y con el calor la tarta se rompe un poco y la salsa se mete por dentro. De esta manera cuando la cortas, la tarta tiene corazón de almendra. Al menos a mí me ha salido así. Aqui viene la receta.

Ingredientes:

• 200 ml de nata para montar
• 1 vaso de azúcar
• 3 huevos
• 2 vasos de harina (300 g)
• 1 sobre de levadura química
• Salsa de cobertura: 4 cucharadas de leche, 3/4 de vaso de azúcar, 150 g de mantequilla, 100 g de almendra fileteada y 50 g de almendra molida.
• unas gotas de esencia de almendra

Para empezar montamos la nata con la batidora y la reservamos en la nevera.

Batimos los huevos con el azúcar y cuando estén muy espumosos, añadimos la nata montada y la harina mezclada con la levadura.

También la esencia de almendra. No pasa nada si no la tenéis, lo que hace es potenciar el sabor de almendra pero estará igual de rica sin la esencia.

Forramos un molde (yo tenía uno redondo, pero podéis usar uno rectangular o cuadrado) con papel vegetal unitado con aceite.

Es importante que se sobresalgan los bordes, ya que la salsa que pondremos posteriormente por encima del pastel resbalará y tenderá a caer hacía los bordes, pero el papel la frenará. Volcamos la masa encima del papel y la repartimos por toda la superficie del molde. Metemos el pastel en el horno precalentado a 180ºC unos 15 minutos.

Mientras preparamos la salsa: en un cacito ponemos todos los ingredientes y los deshacemos a fuego suave. Esperamos que empiece a hervir. La salsa está lista.

Sin sacar el pastel del horno, esparcimos la salsa por encima. Si queréis pinchad un poco el pastel para que la salsa se meta dentro.

Os aseguro que así estará más rico. Volvemos a cerrar el horno y dejamos hornear el pastel unos 15 minutos más hasta que se dore bien la cobertura.

Enfriadlo un poco, sacadlo del papel vegetal y servidlo con frutos rojos o solo con una tacita de té o café. Claro que es algo calórico, pero está muy muy rico, esponjoso y con el caramelo crujiente por encima, además de espectacular. Mmmmm….

Que lo disfrutéis como lo han hecho nuestros invitados y nosotros 😉